Demencia en Fuga de Amor (c)
Por: Enrique José Velázquez Marrero

Discurro los senderos de tu cuerpo,
despierto en tus sueños con un ósculo,
bebo del vino que tu claustro añeja,
  y pretendo en mi demencia tus besos.

Eres tú el delirio constante de mi designio,
lazarillo apacible de mis cataclísmicos suplicios.
Tu aroma incita mi polimnia en afición,
tu cuerpo me persuade a un érebo de adhesión.

Un áureo eslabón en tu anular me disuade
más ni en mis más acobardantes delirios me disperso.
Pues quién más sino tú, se desviste en mi perpetuidad
de insensato en fuga por un vergel de una sola flor...

 

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